Bienvenido a Mis Viajes por Cuba

Cuba es un país que despierta mucha curiosidad, y no son pocas las palabras que he dedicado a contar mi propia experiencia en mi relación con esta "loca isla".

Un grupo de amigos y familiares me motivó a hacer realidad este blog en el que intentaré volcar mis experiencias, mis percepciones, y porque no mis sentimientos...espero que con el correr del tiempo sean muchos los amigos de Cuba que compartan sus experiencias en este mismo espacio.


Marcelo Sonenblum
Editor - Mis Viajes por Cuba

martes, 8 de enero de 2013

Las cosas no son ni blancas ni negras !!!!!!



Me escribió un amigo:

"Hola Marce:

Recién llegado de Cuba, debo agradecerte toda tu ayuda y decirte que recordé tu frase de que “en La Habana seguro que algo te pasa…no se qué pero algo seguro que te pasa amigo”

Me hablaban de la prostitución, o de las jineteras y déjame decirte que creo que el “jineteo” es una acción ya metida en la cultura cubana y que podríamos definir como “PEDIR DE DIFERENTES MODOS, DIFERENTES COSAS A UN EXTRANJERO”, no hay que mirarla mal, sino aceptarla que no lastima, los propios cubanos en su mayoría ya lo aceptaron…de todos modos, es solo una opinión.

Grandes momentos he vivido en este viaje amigo….gracias ¡!!!!!

Por las largas noches que hemos pasado hablando de la isla te quiero regalar un breve relato de mi experiencia y hasta la próxima !!!!

RELATO BREVE

“Una noche más de La Habana, mayo del 2012…ya casi no me quedaban lugares donde ir y no había programado nada, al otro día nos íbamos a Varadero.

Decidimos salir con un amigo a caminar por el malecón, era ya de noche, los cubanos ya habían cenado y el malecón estaba bastante poblado de gente. Nos detuvimos frente al Hotel Riviera.

Se fueron acercando de a uno….primero dos muchachos que tocaban una guitarra cada uno….a ambas guitarras le faltaban cuerdas (creo que 2 o 3 cuerdas a cada una porque si bien sonaban armónicas, recuerdo que le faltaban varias notas a cada acorde)

Ante la “descarga” que se había formado se acercaron dos familias y tuvieron suerte ya que teníamos una buena cantidad de golosinas que se las dimos a los chicos, que esa noche se hicieron una panzada de dulces.

Dos mulatas hermosas se acercaron y se incorporaron proponiéndose de manera clara y descarada como compañías para estos dos hombres argentinos que estaban solos cantando en el malecón rodeados de cubanos. Las cubanas ya nos habían clavado la mirada y si tu vista se cruza con la mirada fija de una cubana, podes darte por vencido.

Los niños se proyectaron “me puede comprar un refresco? Tengo sed” a lo cual la madre intervino: “niño de donde aprendiste eso?” y ahora dirigiéndose a mi: “ay señor disculpe” y para rematar con el niño: “por tu vida deja al señor tranquilo”

Ya en ese momento con la mirada del niño clavada y la impasividad del padre, estábamos en la gasolinera de enfrente comprando no una sino diez latas de refresco y ya que estaba los muchachos de las guitarras sin cuerda: “oiga amigo, si puede nos compra una cervecita para nosotros y las niñas” (se refería a las postuladas acompañantes).

Ya con refresquito, cerveza, golosinas….el encuentro comenzó a cobrar cada vez más alegría, ya se cantaba y se bailaba y los niños hacían percusión con las latitas vacías, se acerco más gente y para rematar la noche el maletero del Riviera que estaba terminando su turno irrumpió de pronto y en un estuche traía una trompeta que había resuelto ( pedido prestada?) en su hotel…y ya teníamos la banda completa. Hubo que comprar una segunda rueda de refresquitos y cerveza…ya los niños nos hacían bromas, las mulatas ya estaban en nuestras vidas por unos cuantos días y pasadas las 0200 Am, luego de casi cinco horas de gratos momentos se terminó la noche.

Nos despedimos de nuestros amigos de ocasión, tomamos por el hombro a nuestras compañeras y seguimos nuestras vacaciones que hasta ese momento fueron en 2 habitaciones sencillas…y ahora pasaron a ser en 2 habitaciones dobles.

A nuestras bellas amigas les compramos algo de ropa (muy poca para lo que estamos acostumbrados)… con ellas paseamos, bailamos, conversamos frivolidades, cosas no tan frívolas (ambas tenían instrucción terciaria) y así transcurrieron los días hasta el final del viaje.

Antes de partir les dejamos un dinero para ayudarlas a vivir…cada tanto nos escriben y les escribimos y de vez en cuando les cargamos crédito en el celular por internet, tal como hacen los familiares de cubanos que viven en el exterior…ojalá que pronto podamos volver”



SOBRE ESTE TEMA HAY COMO MINIMO, TANTAS VERDADES COMO LECTORES