Bienvenido a Mis Viajes por Cuba

Cuba es un país que despierta mucha curiosidad, y no son pocas las palabras que he dedicado a contar mi propia experiencia en mi relación con esta "loca isla".

Un grupo de amigos y familiares me motivó a hacer realidad este blog en el que intentaré volcar mis experiencias, mis percepciones, y porque no mis sentimientos...espero que con el correr del tiempo sean muchos los amigos de Cuba que compartan sus experiencias en este mismo espacio.


Marcelo Sonenblum
Editor - Mis Viajes por Cuba

sábado, 25 de septiembre de 2010

De mecánico a doctor...que cosa más grande!!!!!

Fue mi primer amigo en Cuba, se llama Alfredo y su esposa Mercedes.

Alfredo es un Ingeniero Industrial con numerosos títulos de posgrado y Mercedes es Profesora de Física.

Cuando yo conocí a Alfredo en el año 1992, él era Viceministro de Educación Superior (sería el segundo escalafón luego del rango ministerial como para tomar nota de la importancia de la persona en cuestión), y además una figura académica destacada y respetada entre sus pares.

Vivían ambos en un piso ubicado en L entre 17 y 19 en pleno Vedado, en un 5to piso con una vista al mar que aún hoy recuerdo. Eran largas las noches que con Alfredo nos quedábamos conversando y debo decir que esas maravillosas charlas me enseñaron muchas cosas de Cuba, de su historia, de su gente… Alfredo me decía que a Cuba le hacen tanto daño los que dicen que está todo bien como los que dicen que está todo mal: estaba en compañía de un intelectual con mayúsculas.

Estábamos en pleno período especial y se cortaba la luz, el agua y la comida escaseaba. Alfredo no era precisamente un “busca” y estaba obstinado en vivir de su salario universitario y de su libreta y este era un tema que generaba cotidianas discusiones con Mercedes que como toda mujer cubana era una luchadora incansable y sus pies no descansaban hasta que conseguía las cosas mínimas que necesitaba su casa, su familia incluido un hermoso perro que tenían.

Mi curiosidad me llevó a pedirle a Alfredo que me permitiera asistir a una defensa de tésis doctoral de un mexicano y de la cual Alfredo era uno de los evaluadores y por supuesto accedió muy complacido.

Nos levantamos al otro día para asistir a este importante evento, y mi amigo estaba impecablemente vestido con una camisa manga larga, los zapatos que parecían un espejo (característica del hombre cubano) y un pantalón de vestir… un poco antiguo pero que en su conjunto daban a entender la importancia que tenía para él lo que iba a hacer esa mañana.

Con mucho esfuerzo pudo arrancar su LADA (había “resuelto” la noche anterior 2 litros de combustible) y así salimos rumbo a la Academia de Ciencias en La Habana Vieja y pasó lo que tenía que pasar: se nos descompuso el auto… no había buses y solo nos quedaba hacer “botella” o caminar hasta un hotel y pagar un taxi, pero en esa época que lo vieran a Alfredo con un extranjero moviéndose en taxi, etc., era para él una descalificación social, y yo debía respetársela.

Para mi sorpresa el hombre se bajó, abrió el baúl, abrió una “javita” que tenía y saco un overol color azul, el cual se puso por encima de la ropa de catedrático, se quitó los zapatos y se tiró debajo del LADA… pasados unos 60 minutos salió debajo del auto, pidió a un vecino (compañero) que le permita lavarse la cara, las manos y salió de esa casa otra vez como estaba originalmente, es decir de Doctor que va a evaluar una tesis doctoral.

Llegamos al Capitolio donde funciona la Academia de Ciencias y pude observar la excelencia académica de ese evento con el Doctor en Ingeniería amigo mío al frente de esa Mesa Examinadora y era contagioso ver como Alfredo disfrutaba eso que estaba haciendo, se lo veía feliz, era lo que le gustaba. El mexicano aprobó su defensa y todo fue alegría y felicitaciones de un lado y de otro y hasta tuvimos un refrigerio...dime algo.

Si bien ya me lo habían contado ahí me di cuenta de verdad lo que muchos cubanos me decían:

“mira que los cubanos pasamos trabajo caballero !!!!!!!!”