Estamos posicionados en los años 1992 / 93. El país estaba en el llamado periodo especial, no había alimentos, no había dinero, energía y no había perspectivas a corto plazo de mejoras.
Adicionalmente en las tiendas para extranjeros y en los hoteles se conseguían las cosas esenciales (comida, artículos de limpieza y ropa) pero por si fuera poco los cubanos tenían prohibida la entrada y la tenencia de dólares.
Los extranjeros que vivíamos en La Habana y que teníamos la posibilidad de utilizar dólares y de acceder a estos productos, éramos permanentemente solicitados por los cubanos que te daban a escondidas sus dólares y te esperaban afuera de las tiendas para que les hagas la compra que necesitaban.
Las situaciones que así presentadas tienen un rostro trágico, llegaban a ser de lo más pintorescas, en mi caso, recuerdo una oportunidad en que colaborando con una pareja amiga, al momento de ir a la tienda cada uno de mis amigos se apareció con su familia y la familia de la familia y no te cuento que séquito… el final es que estuve entrando y saliendo de la tienda de 10:00 de la mañana hasta casi la hora de cierre de la tienda de 5ta y 42.
El regreso en un Lada donde íbamos casi ocho personas más toda la mercadería era otra foto inolvidable que lamentablemente no tengo más allá que en mi recuerdo.
Pero más allá del humor que las cosas tienen en Cuba aún las más trágicas, y de que yo quería “asesinar a mis amigos”, creo que hay que dejar escrito el “negocio miserable” que tenían armado los estudiantes angolanos, quienes entraban, compraban y después les vendían a los cubanos a precios que triplicaban el valor de la mercadería dentro de las tiendas.
Los mismos angolanos a los que Cuba después de haber ido a pelear en una guerra por ellos, les daba estudios, hospedaje y comida de manera gratuita, y regresaban a su país como médicos estrellas recibidos en Cuba.
Por suerte esto se terminó con la despenalización del dólar primero y con el levantamiento de la prohibición a ingresar a las tiendas y hoteles.
Les perdí el rastro a mis amigos que me llevaron de shopping ese día, ya me los cruzaré un día y seguro se acuerdan y aún me lo agradecen.
Bienvenido a Mis Viajes por Cuba
Cuba es un país que despierta mucha curiosidad, y no son pocas las palabras que he dedicado a contar mi propia experiencia en mi relación con esta "loca isla".
Un grupo de amigos y familiares me motivó a hacer realidad este blog en el que intentaré volcar mis experiencias, mis percepciones, y porque no mis sentimientos...espero que con el correr del tiempo sean muchos los amigos de Cuba que compartan sus experiencias en este mismo espacio.
Marcelo Sonenblum
Editor - Mis Viajes por Cuba
Un grupo de amigos y familiares me motivó a hacer realidad este blog en el que intentaré volcar mis experiencias, mis percepciones, y porque no mis sentimientos...espero que con el correr del tiempo sean muchos los amigos de Cuba que compartan sus experiencias en este mismo espacio.
Marcelo Sonenblum
Editor - Mis Viajes por Cuba
sábado, 11 de diciembre de 2010
sábado, 25 de septiembre de 2010
De mecánico a doctor...que cosa más grande!!!!!
Fue mi primer amigo en Cuba, se llama Alfredo y su esposa Mercedes.
Alfredo es un Ingeniero Industrial con numerosos títulos de posgrado y Mercedes es Profesora de Física.
Cuando yo conocí a Alfredo en el año 1992, él era Viceministro de Educación Superior (sería el segundo escalafón luego del rango ministerial como para tomar nota de la importancia de la persona en cuestión), y además una figura académica destacada y respetada entre sus pares.
Vivían ambos en un piso ubicado en L entre 17 y 19 en pleno Vedado, en un 5to piso con una vista al mar que aún hoy recuerdo. Eran largas las noches que con Alfredo nos quedábamos conversando y debo decir que esas maravillosas charlas me enseñaron muchas cosas de Cuba, de su historia, de su gente… Alfredo me decía que a Cuba le hacen tanto daño los que dicen que está todo bien como los que dicen que está todo mal: estaba en compañía de un intelectual con mayúsculas.
Estábamos en pleno período especial y se cortaba la luz, el agua y la comida escaseaba. Alfredo no era precisamente un “busca” y estaba obstinado en vivir de su salario universitario y de su libreta y este era un tema que generaba cotidianas discusiones con Mercedes que como toda mujer cubana era una luchadora incansable y sus pies no descansaban hasta que conseguía las cosas mínimas que necesitaba su casa, su familia incluido un hermoso perro que tenían.
Mi curiosidad me llevó a pedirle a Alfredo que me permitiera asistir a una defensa de tésis doctoral de un mexicano y de la cual Alfredo era uno de los evaluadores y por supuesto accedió muy complacido.
Nos levantamos al otro día para asistir a este importante evento, y mi amigo estaba impecablemente vestido con una camisa manga larga, los zapatos que parecían un espejo (característica del hombre cubano) y un pantalón de vestir… un poco antiguo pero que en su conjunto daban a entender la importancia que tenía para él lo que iba a hacer esa mañana.
Con mucho esfuerzo pudo arrancar su LADA (había “resuelto” la noche anterior 2 litros de combustible) y así salimos rumbo a la Academia de Ciencias en La Habana Vieja y pasó lo que tenía que pasar: se nos descompuso el auto… no había buses y solo nos quedaba hacer “botella” o caminar hasta un hotel y pagar un taxi, pero en esa época que lo vieran a Alfredo con un extranjero moviéndose en taxi, etc., era para él una descalificación social, y yo debía respetársela.
Para mi sorpresa el hombre se bajó, abrió el baúl, abrió una “javita” que tenía y saco un overol color azul, el cual se puso por encima de la ropa de catedrático, se quitó los zapatos y se tiró debajo del LADA… pasados unos 60 minutos salió debajo del auto, pidió a un vecino (compañero) que le permita lavarse la cara, las manos y salió de esa casa otra vez como estaba originalmente, es decir de Doctor que va a evaluar una tesis doctoral.
Llegamos al Capitolio donde funciona la Academia de Ciencias y pude observar la excelencia académica de ese evento con el Doctor en Ingeniería amigo mío al frente de esa Mesa Examinadora y era contagioso ver como Alfredo disfrutaba eso que estaba haciendo, se lo veía feliz, era lo que le gustaba. El mexicano aprobó su defensa y todo fue alegría y felicitaciones de un lado y de otro y hasta tuvimos un refrigerio...dime algo.
Si bien ya me lo habían contado ahí me di cuenta de verdad lo que muchos cubanos me decían:
“mira que los cubanos pasamos trabajo caballero !!!!!!!!”
Alfredo es un Ingeniero Industrial con numerosos títulos de posgrado y Mercedes es Profesora de Física.
Cuando yo conocí a Alfredo en el año 1992, él era Viceministro de Educación Superior (sería el segundo escalafón luego del rango ministerial como para tomar nota de la importancia de la persona en cuestión), y además una figura académica destacada y respetada entre sus pares.
Vivían ambos en un piso ubicado en L entre 17 y 19 en pleno Vedado, en un 5to piso con una vista al mar que aún hoy recuerdo. Eran largas las noches que con Alfredo nos quedábamos conversando y debo decir que esas maravillosas charlas me enseñaron muchas cosas de Cuba, de su historia, de su gente… Alfredo me decía que a Cuba le hacen tanto daño los que dicen que está todo bien como los que dicen que está todo mal: estaba en compañía de un intelectual con mayúsculas.
Estábamos en pleno período especial y se cortaba la luz, el agua y la comida escaseaba. Alfredo no era precisamente un “busca” y estaba obstinado en vivir de su salario universitario y de su libreta y este era un tema que generaba cotidianas discusiones con Mercedes que como toda mujer cubana era una luchadora incansable y sus pies no descansaban hasta que conseguía las cosas mínimas que necesitaba su casa, su familia incluido un hermoso perro que tenían.
Mi curiosidad me llevó a pedirle a Alfredo que me permitiera asistir a una defensa de tésis doctoral de un mexicano y de la cual Alfredo era uno de los evaluadores y por supuesto accedió muy complacido.
Nos levantamos al otro día para asistir a este importante evento, y mi amigo estaba impecablemente vestido con una camisa manga larga, los zapatos que parecían un espejo (característica del hombre cubano) y un pantalón de vestir… un poco antiguo pero que en su conjunto daban a entender la importancia que tenía para él lo que iba a hacer esa mañana.
Con mucho esfuerzo pudo arrancar su LADA (había “resuelto” la noche anterior 2 litros de combustible) y así salimos rumbo a la Academia de Ciencias en La Habana Vieja y pasó lo que tenía que pasar: se nos descompuso el auto… no había buses y solo nos quedaba hacer “botella” o caminar hasta un hotel y pagar un taxi, pero en esa época que lo vieran a Alfredo con un extranjero moviéndose en taxi, etc., era para él una descalificación social, y yo debía respetársela.
Para mi sorpresa el hombre se bajó, abrió el baúl, abrió una “javita” que tenía y saco un overol color azul, el cual se puso por encima de la ropa de catedrático, se quitó los zapatos y se tiró debajo del LADA… pasados unos 60 minutos salió debajo del auto, pidió a un vecino (compañero) que le permita lavarse la cara, las manos y salió de esa casa otra vez como estaba originalmente, es decir de Doctor que va a evaluar una tesis doctoral.
Llegamos al Capitolio donde funciona la Academia de Ciencias y pude observar la excelencia académica de ese evento con el Doctor en Ingeniería amigo mío al frente de esa Mesa Examinadora y era contagioso ver como Alfredo disfrutaba eso que estaba haciendo, se lo veía feliz, era lo que le gustaba. El mexicano aprobó su defensa y todo fue alegría y felicitaciones de un lado y de otro y hasta tuvimos un refrigerio...dime algo.
Si bien ya me lo habían contado ahí me di cuenta de verdad lo que muchos cubanos me decían:
“mira que los cubanos pasamos trabajo caballero !!!!!!!!”
domingo, 8 de agosto de 2010
Hacer “botella” en Cuba
El transporte público en Cuba es muy deficiente y los cubanos desde hace muchos años vienen padeciendo esta situación que incluso ha modificado hasta su forma de vida, por las consecuencias que trae en el día a día de una persona tener dificultades para trasladarse de un lugar a otro.
Solo en Habana hay algunas mejoras en los últimos tiempos, y existen algunos circuitos que pueden ser recorridos por buses modernos, pero de todos modos esto no resuelve el problema del transporte, sino que es un pequeño primer paso.
La mayoría de los cubanos no tienen carro y los que lo tienen deben resolver (verbo que será analizado en próximas entradas) el segundo problema es la falta de combustible a precios acordes a sus ingresos. (Entre los hombres hay un dicho muy famoso que dice que el “automóvil es el tercer huev..”, bueno, en Cuba yo creo que más de un valiente si le dan a elegir se queda con su carro antes que “lo otro”.)
Esta es una triste realidad que explota con la caída del aliado principal de Cuba, que era el bloque socialista.
La bicicleta es un medio de transporte muy utilizado en Cuba para moverse dentro de las ciudades, aunque claro está no todos tienen la voluntad y las condiciones físicas de movilizarse en bicicleta.
Pero la respuesta social más notable a esto es la acción de HACER BOTELLA, que no es ni más ni menos que “hacer dedo”. Si vas por 5ta Avenida en tu auto, encontrarás en cada esquina, varios cubanos y cubanas que te están pidiendo con el gesto de mano característico de esta acción, que les lleves.
Los cubanos están muy acostumbrados a detenerse y llevar al “compañero” , aunque en la ruta es más difícil conseguir quien nos lleve, cosa que no ocurre dentro de la ciudad donde el éxito de “la botella es seguro”.
Si viajás a Cuba y rentás auto, no tengas miedo de dar botella que podrás disfrutar de una agradable compañía que puede ser lo mismo un doctor en ciencias, como un artista, como un maestro, o un trabajador de alguna empresa o de alguna dependencia oficial.
Quien hace botella puede ser hombre, mujer, jóven o adulto, no importa, siempre alguién lo va a llevar.
En el peor momento de la crisis del período especial (1992 / 1993 / 1994) hubo una instrucción de que todo vehículo oficial debía obligatoriamente dar botella, lo que por si no se entiende significa que:
Todo funcionario que circule en su vehículo oficial tenía la obligación de detenerse y llevar de un lugar a otro a aquel ciudadano que estuviera solicitando transporte parado en una esquina y haciendo el característico gesto de “hacer botella”.
La conciencia de esta acción solidaria llegó a tal punto que personalmente conozco cubanos que me cuentan que hasta el mismísimo Silvio Rodríguez les ha levantado y llevado de un lugar a otro.
No son pocos los que dando botella (el que da en este caso es el conductor) han recorrido la isla en auto y en compañía de cubanos siempre amistosos y dispuestos a compartir un buen momento con el conductor y sus amigos.
Finalmente no hay que dejar de mencionar que la seguridad es un tema no menor para que este fenómeno ocurra y se mantenga como hecho cotidiano y natural.
Solo en Habana hay algunas mejoras en los últimos tiempos, y existen algunos circuitos que pueden ser recorridos por buses modernos, pero de todos modos esto no resuelve el problema del transporte, sino que es un pequeño primer paso.
La mayoría de los cubanos no tienen carro y los que lo tienen deben resolver (verbo que será analizado en próximas entradas) el segundo problema es la falta de combustible a precios acordes a sus ingresos. (Entre los hombres hay un dicho muy famoso que dice que el “automóvil es el tercer huev..”, bueno, en Cuba yo creo que más de un valiente si le dan a elegir se queda con su carro antes que “lo otro”.)
Esta es una triste realidad que explota con la caída del aliado principal de Cuba, que era el bloque socialista.
La bicicleta es un medio de transporte muy utilizado en Cuba para moverse dentro de las ciudades, aunque claro está no todos tienen la voluntad y las condiciones físicas de movilizarse en bicicleta.
Pero la respuesta social más notable a esto es la acción de HACER BOTELLA, que no es ni más ni menos que “hacer dedo”. Si vas por 5ta Avenida en tu auto, encontrarás en cada esquina, varios cubanos y cubanas que te están pidiendo con el gesto de mano característico de esta acción, que les lleves.
Los cubanos están muy acostumbrados a detenerse y llevar al “compañero” , aunque en la ruta es más difícil conseguir quien nos lleve, cosa que no ocurre dentro de la ciudad donde el éxito de “la botella es seguro”.
Si viajás a Cuba y rentás auto, no tengas miedo de dar botella que podrás disfrutar de una agradable compañía que puede ser lo mismo un doctor en ciencias, como un artista, como un maestro, o un trabajador de alguna empresa o de alguna dependencia oficial.
Quien hace botella puede ser hombre, mujer, jóven o adulto, no importa, siempre alguién lo va a llevar.
En el peor momento de la crisis del período especial (1992 / 1993 / 1994) hubo una instrucción de que todo vehículo oficial debía obligatoriamente dar botella, lo que por si no se entiende significa que:
Todo funcionario que circule en su vehículo oficial tenía la obligación de detenerse y llevar de un lugar a otro a aquel ciudadano que estuviera solicitando transporte parado en una esquina y haciendo el característico gesto de “hacer botella”.
La conciencia de esta acción solidaria llegó a tal punto que personalmente conozco cubanos que me cuentan que hasta el mismísimo Silvio Rodríguez les ha levantado y llevado de un lugar a otro.
No son pocos los que dando botella (el que da en este caso es el conductor) han recorrido la isla en auto y en compañía de cubanos siempre amistosos y dispuestos a compartir un buen momento con el conductor y sus amigos.
Finalmente no hay que dejar de mencionar que la seguridad es un tema no menor para que este fenómeno ocurra y se mantenga como hecho cotidiano y natural.
miércoles, 4 de agosto de 2010
Feliz Aniversario Mi Habana
Cuando llegué por primera vez a La Habana, fue por Julio de 1992. Un aeropuerto viejo, que me hizo acordar a las películas que los norteamericanos hacían mostrando sus héroes salvando a un país caribeño invadido por los traficantes de drogas.
Bajabas del avión y te recibían los militares de la Revolución con sus trajes verde oliva, y lo mismo al pasar migraciones.
Una vez viviendo, (coincidí con el llamado período especial), te cuento que se cortaba la luz, no había agua, las heladeras eran decorativas, los cubanos no podían entrar a los hoteles, había que movilizarse a dedo o en bicicleta, en las "guaguas" la gente viajaba en los techos...en fin: estaba todo mal, pero sabés que: ESTABA TODO BIEN !!!!!!!!!
Ya bajando la escalera del avión sentí que esa ciudad, La Habana, sería importante en mi vida, que en esa ciudad me pasarían cosas...y así fue me pasaron muchas cosas.
Una vez más la intuición me habia llevado a una de las mas grandes decisiones que tomé en mi vida:: involucrarme con esa ciudad y con ese país.
Hace unos días se cumplieron 18 años de mi encuentro con La Habana y debí haberlo festejado como se festejan los aniversarios y como no hice ninguna fiesta, este artículo es mi homenaje a esa mágica e intensa ciudad.
Si te gusta la vida no te podés morir sin vivir La Habana...es la ciudad donde seguro que te va a pasar algo porque es la ciudad aún estando todo mal, ESTA TODO BIEN.
Bajabas del avión y te recibían los militares de la Revolución con sus trajes verde oliva, y lo mismo al pasar migraciones.
Una vez viviendo, (coincidí con el llamado período especial), te cuento que se cortaba la luz, no había agua, las heladeras eran decorativas, los cubanos no podían entrar a los hoteles, había que movilizarse a dedo o en bicicleta, en las "guaguas" la gente viajaba en los techos...en fin: estaba todo mal, pero sabés que: ESTABA TODO BIEN !!!!!!!!!
Ya bajando la escalera del avión sentí que esa ciudad, La Habana, sería importante en mi vida, que en esa ciudad me pasarían cosas...y así fue me pasaron muchas cosas.
Una vez más la intuición me habia llevado a una de las mas grandes decisiones que tomé en mi vida:: involucrarme con esa ciudad y con ese país.
Hace unos días se cumplieron 18 años de mi encuentro con La Habana y debí haberlo festejado como se festejan los aniversarios y como no hice ninguna fiesta, este artículo es mi homenaje a esa mágica e intensa ciudad.
Si te gusta la vida no te podés morir sin vivir La Habana...es la ciudad donde seguro que te va a pasar algo porque es la ciudad aún estando todo mal, ESTA TODO BIEN.
sábado, 10 de julio de 2010
Alojarse en Casas de Familia en Cuba
En los últimos 10 años las casas particulares en Cuba han constituido una opción de alojamiento para aquellas personas que deseen tomar contacto cercano con la población y también para quienes piensan que de este modo podrán abaratar su estadía.
En relación a tomar contacto con la gente, el argumento resulta válido, aunque cabe aclarar que en Cuba existe una concepción de la privacidad muy diferente a la que podemos estar acostumbrados en otros países, y si la elección de la casa no es la correcta, podemos encontrarnos frente a situaciones que alterarán los planes que pudimos haber realizado para ese día.
No te resultará fácil hacer compras para abastecerte en la casa y lograrlo te llevará un tiempo que si tu viaje es por pocos días lo lamentarás.
Si lo que buscás es abaratar, los alquileres de casa están alrededor de 30 a 35 CUC, que es la moneda cubana y que equivalen a unos 37 a 44 dólares, todos precios por "cuarto" y sin niguna comida. Si tenés en cuenta que un hotel 2 o 3 estrellas de la misma calidad que un cuarto de familia, pero con más servicios puede costar alrededor de usd 22 usd por persona, incluyendo un desayuno, la conclusión es:
Alojarte en casa de familia es "pintoresco" pero más allá de la experiencia que puede significar, no presenta demasiadas ventajas, y si lo que priorizamos es el contacto con el pueblo cubano, esto no está ligado al alojamiento, ya que el cubano es muy sociable y en cualquier circunstancia vincularse con la gente local dependerá de nosotros y no de donde estemos alojados.
En relación a tomar contacto con la gente, el argumento resulta válido, aunque cabe aclarar que en Cuba existe una concepción de la privacidad muy diferente a la que podemos estar acostumbrados en otros países, y si la elección de la casa no es la correcta, podemos encontrarnos frente a situaciones que alterarán los planes que pudimos haber realizado para ese día.
No te resultará fácil hacer compras para abastecerte en la casa y lograrlo te llevará un tiempo que si tu viaje es por pocos días lo lamentarás.
Si lo que buscás es abaratar, los alquileres de casa están alrededor de 30 a 35 CUC, que es la moneda cubana y que equivalen a unos 37 a 44 dólares, todos precios por "cuarto" y sin niguna comida. Si tenés en cuenta que un hotel 2 o 3 estrellas de la misma calidad que un cuarto de familia, pero con más servicios puede costar alrededor de usd 22 usd por persona, incluyendo un desayuno, la conclusión es:
Alojarte en casa de familia es "pintoresco" pero más allá de la experiencia que puede significar, no presenta demasiadas ventajas, y si lo que priorizamos es el contacto con el pueblo cubano, esto no está ligado al alojamiento, ya que el cubano es muy sociable y en cualquier circunstancia vincularse con la gente local dependerá de nosotros y no de donde estemos alojados.
viernes, 9 de julio de 2010
Como nació Culturar Habana
En el mes de Noviembre junto a un grupo de empresas e instituciones, estaremos organizando el evento Culturar Habana 2010.
Ya organizamos Culturar Habana 2009 y fue un éxito, fueron narradores y plásticos. Este año invitamos también a la danza y a los amantes de la música cubana, y ya tenemos confirmaciones de mucha gente no solo de Argentinam, sino también de México, Colombina, Uruguay, Chile, Venezuela...estamos seguros que será un Encuentro lleno de momentos inolvidables como lo fue el año pasado.
Fue en la Feria de Turismo del 2009, estabamos alli muchos turoperadores, y personas de las denominadas "importantes" para el desarrollo turístico de Cuba. Llegó la hora de la conferencia del Ministro y cuando ibamos caminando para entrar al salón, en un playón debajo de unas palmeras muy tropicales, estaba tocando y cantando y bailando la agrupación cubana "La Colmenita" que son niños que te hacen estremecer cuando los ves actuar.
El tema es que al menos nosotros y que nos perdone el Ministro no pudimos seguir, ya que este espectáculo nos atrapó, y al final mirando alrededor nos dimos cuenta que no habíamos sido los únicos: el playón estaba que explotaba de gente cantando, sonriendo, bailando...disfrutando.
Tan simple como eso: mucha gente disfrutando con el arte y la cultura de La Habana...eso es lo que nos inspiró a hacer Culturar Habana, y no estábamos equivocados. Esto fue en Mayo y en Noviembre ya estaba el primer grupo en La Habana.
Gracias a Claudio, Elvia, Cristina, Solange, Ana, a Rebecca, a los chicos de La Colmenita, al maestro Montoto, a la gente del Ministerio de Cultura, a Luis y Caro de la Oficina de Turismo, y a todos los que le pusieron corazón a este proyecto que llegó para quedarse.
Ya organizamos Culturar Habana 2009 y fue un éxito, fueron narradores y plásticos. Este año invitamos también a la danza y a los amantes de la música cubana, y ya tenemos confirmaciones de mucha gente no solo de Argentinam, sino también de México, Colombina, Uruguay, Chile, Venezuela...estamos seguros que será un Encuentro lleno de momentos inolvidables como lo fue el año pasado.
Saben como nació la idea de Culturar Habana?
Fue en la Feria de Turismo del 2009, estabamos alli muchos turoperadores, y personas de las denominadas "importantes" para el desarrollo turístico de Cuba. Llegó la hora de la conferencia del Ministro y cuando ibamos caminando para entrar al salón, en un playón debajo de unas palmeras muy tropicales, estaba tocando y cantando y bailando la agrupación cubana "La Colmenita" que son niños que te hacen estremecer cuando los ves actuar.
El tema es que al menos nosotros y que nos perdone el Ministro no pudimos seguir, ya que este espectáculo nos atrapó, y al final mirando alrededor nos dimos cuenta que no habíamos sido los únicos: el playón estaba que explotaba de gente cantando, sonriendo, bailando...disfrutando.
Tan simple como eso: mucha gente disfrutando con el arte y la cultura de La Habana...eso es lo que nos inspiró a hacer Culturar Habana, y no estábamos equivocados. Esto fue en Mayo y en Noviembre ya estaba el primer grupo en La Habana.
Gracias a Claudio, Elvia, Cristina, Solange, Ana, a Rebecca, a los chicos de La Colmenita, al maestro Montoto, a la gente del Ministerio de Cultura, a Luis y Caro de la Oficina de Turismo, y a todos los que le pusieron corazón a este proyecto que llegó para quedarse.
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